La mediación es un procedimiento en el cual un tercero neutral (mediador) ayuda a las partes a encontrar o por lo menos intentar encontrar una solución a sus conflictos. A diferencia de lo que ocurre en el proceso judicial, en que las partes delegan en un tercero la solución de su disputa, son los propios interesados los que tienen el control sobre la solución final ya que ningún acuerdo puede ser impuesto. Nada se pierde con intentar una solución a través de la mediación ya que, en el peor de los casos, de no llegarse a un acuerdo, los derechos de las partes no se alteran y se puede iniciar la demanda judicial o continuarla (en el caso que hubiera sido interpuesta).
El procedimiento básicamente se inicia con la consulta a un mediador, éste recibe el pedido y cita a la otra parte. En caso de concurrir la convocada, se realiza la reunión. Si llegara a existir un acuerdo, el mismo tiene el valor de un acuerdo privado que puede ser homologado judicialmente. Si no existiera acuerdo, nada de lo que se diga en el marco de la mediación puede ser utilizado en el juicio, para ello se firma un convenio de confidencialidad. El tiempo que demanda este procedimiento depende exclusivamente de las partes a diferencia de lo que ocurre en un proceso judicial. Pueden ser sometidos a mediación cuestiones referentes a deudas, garantías,
La mediación puede ayudar, además a prevenir y gestionar los conflictos que pudieran presentarse dentro de la empresa entre el personal, distintos departamentos, etc.
En síntesis: la mediación aparece como una herramienta más para gestionar los conflictos que se presenten en el ámbito empresario. Cuanto tenga un conflicto piense que pueden existir además de los tradicionales, otros caminos para gestionarlo.
El costo de un litigio judicial es un elemento importante en la planificación empresarial, y más si acabamos de emprender y no estamos especialmente bien económicamente, de repente tenemos que afrontar los costos de un litigio, y encima no saber si vamos a poder seguir con nuestro proyecto, además de la pérdida de tiempo y el hecho de que los problemas legales finalmente pueden destruir muchas relaciones comerciales colaterales. En estos casos la mediación surge como una posibilidad más rápida y económica de gestionar los conflictos. Costo final y tiempo, dos variables esenciales para que el empresario pueda planificar acciones futuras. También es particularmente útil en aquellos casos en que , aún frente a las diferencias sea conveniente preservar las relaciones comerciales (pensemos en un cliente importante que por determinadas cuestiones coyunturales no puede hacer frente a las obligaciones).
Los incumplimientos contractuales, entre una empresas y su proveedor por ejemplo, son la causa más común que provoca un conflicto comercial. En España, lo usual es que el asunto termine en manos de la Justicia. La Cámara de Comercio Alemana, sin embargo, lleva diez años aplicando con éxito procesos de mediación extrajudicial, esto es, acuerdos privados entre las dos partes en los que interviene un negociador independiente, y en España estamos empezando a utilizarlo entre conflictos internos de la empresa y externos con otras empresas, proveedores, etc.