La televisión interactiva con tecnología ‘Hbb tv’ trae consigo un modelo novedoso de publicidad, el T-commerce, que implica que todo lo que aparece en pantalla es susceptible de ser vendido a tiempo real, desde la camisa del presentador hasta el mobiliario de un reallity.
La cultura de internet está cambiando los hábitos de los usuarios. Frente a la pantalla del ordenador no soportamos los spots publicitarios que sin embargo nos tragamos sin rechistar en la televisión. En la actualidad conviven dos patrones de consumidores con hábitos distintos y como es natural, a medio plazo se acabarán imponiendo los hábitos de la generación más joven, que es la que opta por el contenido concreto y trata de evitar la publicidad. Este tipo de actitudes, obliga a los operadores a diseñar nuevas estrategias para financiar el nuevo negocio de la televisión interconectada y que va desde el modelo Freemium hasta el pago por visión, pasando por distintos grados de suscripción o por nuevos modelos como el comercio electrónico para la televisión, que ya se conoce como t-commerce.
El t-commerce implica que, gracias a la interconectividad, el usuario tiene la posibilidad de adquirir algo que está apareciendo en pantalla, ya sea a través de un anuncio convencional o incluso dentro de un programa de televisión. “Los estudios dicen que el 25% de los usuarios, después de ver un anuncio de televisión, buscan información adicional del producto, de ahí la oportunidad que se abre al ofrecer un servicio de comercio electrónico interactivo con el anuncio”, explica Javier Clarke, director Mobile y New Media de IAB España.
La tecnología que permite el t-commerce es la ‘Hbb tv’ y es una forma de que el formato de publicidad clásico, a través de una cortinilla de anuncios sucesivos, no muera con la nueva televisión. “Jugando con el mando a distancia durante los spots te puedo llevar a la web del producto, facilitarte toda clase de información adicional e incluso ofrecerte descuentos especiales que hagan surgir la sensación de oportunidad en el usuario. Si un canal es capaz de ofrecer descuentos exclusivos y comercio interactivo durante su franja de publicidad, esta se revalorizaría de una manera extraordinaria”, asegura el director de Medios de IAB.
Según el pronóstico de Delivery Agent, una conocida empresa de tecnología norteamericana, hasta 25 millones de hogares podrían emplear el t-commerce en 2014. Las posibilidades que abre esta tecnología son enormes ya que todo lo que aparece en pantalla es susceptible de estar en venta, desde la camisa del protagonista de una serie hasta el mobiliario de un reallity. “La televisión interactiva ofrece un mundo de variables a la hora de concebir la publicidad. Técnicamente sería posible incluso ofrecer publicidad segmentada por IP, en función de los perfiles de los usuarios o de su localización geográfica”, explica Clarke.
La medición de audiencias
Pese a lo que pueda parecer, la televisión interconectada no ofrece unos datos de audiencia tan claros y definidos como una web convencional. “Las televisiones interconectadas no fueron inventadas pensando en el mundo online y a veces plantean problemas a nivel tecnológico, como por ejemplo a la hora de aceptar cookies. Estos problemas distorsionan la medición, de ahí que una de las primeras medidas que reclamaron los distintos agentes de este mercado a los fabricantes fue que implantaran unas normas técnicas de medición de audiencia a nivel estándar”, admite Francisco Asensi, director de Endemol Beyond.
La televisión conectada es un mercado aún sin explotar y es necesario llegar a unos estándares de medición comúnmente aceptados. “No hay que olvidar que Internet tardó diez años en tener medición de audiencias”, asegura Javier Clarke. Uno de los problemas que se presentan en este sentido es la dificultad para medir los usuarios únicos debido a la gran cantidad de soportes conectados, desde la televisión al ordenador, pasando por la tableta y el móvil, que pueden ser utilizados casi simultáneamente por un único usuario.
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