lunes, 11 de febrero de 2013

Cosas que debes conocer si quieres emprender en la música



La industria de la música digital en España ha experimentado un crecimiento continuo en los últimos años. Los ingresos del sector ascendieron a más de 192 millones de euros en 2010, un 10% más que el año anterior, mientras el negocio total de la música cayó un 7,8% respecto a 2009. De hecho, la música digital ya supera la facturación de la música física, con un 51,9% de cuota del mercado. De entre los modelos de negocio que aplica la industria (principalmente pago por descargas, streaming mediante suscripciones o financiado con publicidad), el streaming fue el más extendido, con el 41,8% de los 29 millones de euros de la música descargable. Al cierre de 2010, en Europa se registraron más de 300 servicios de música online legales.

El notable repunte del negocio digital -que creció en 21,1 puntos- y la mejora por ingresos en comunicación -como son las emisiones en radio y televisión- han atenuado la caída de ventas totales de música en España a un 3,3%, aunque las ventas de discos cayeron en un 10,7% en 2011. Según el informe de la Asociación Internacional de Productores Fonográficos (IFPI), facilitado por la asociación de productores españoles Promusicae, el consumo mundial de música cayó en un 3% en 2011, el descenso más leve en lo que va de década. Las ventas de CD y otros soportes físicos continuaron descendiendo, esta vez en un 16,7%, pero las distintas modalidades digitales experimentaron una subida de 21,1 puntos. Además, los servicios financiados con publicidad (como VEVO, YouTube o la versión gratuita de Spotify) aumentaron sus ingresos en 57,5 puntos porcentuales. También los ingresos por ejecución pública (derechos por emisiones en radio y televisión, por ejemplo) aumentaron en un 25% y ya representan el 19% de los ingresos para la industria española.

La música en la nube, que ofrece un servicio en lugar de un producto, se está consolidando y se encamina a ser el principal modo de almacenamiento y consumo de música. Las compañías musicales, que antes licenciaban la música en sí, hoy licencian casi cualquier forma viable de comercializar el acceso a la música. 

El número de suscripciones a servicios de música online avanza de forma estable en Europa, mientras se añaden nuevas formas de acceso, como las recomendaciones y la posibilidad de escuchar música a través de las redes sociales. La nueva generación de dispositivos móviles (teléfonos y tabletas) ha contribuido a la proliferación de servicios y de la popularidad de la descarga de música en distintos mercados. Como resultado, se están creando nuevas alianzas entre sellos musicales, proveedores de servicios de Internet y operadores móviles, y ya empiezan a emerger servicios en la nube que permiten acceder a la música almacenada allí con dispositivos móviles, o a través de aparatos en el hogar, como la televisión.

Otra tendencia del sector es la aparición de sellos online. Si en países como Alemania e Italia cuentan con el apoyo de diversas entidades para la producción de música, en España llegan principalmente de la mano de artistas. Los músicos aportan sus obras a estas plataformas online y les sirve como banco de pruebas ante sus seguidores.

Los modelos de negocio de la música son tres principalmente, y se observan tendencias que amplían su alcance, como las alianzas con operadores, los servicios en la nube y el auge de los vídeoclips (ver Tabla 2):



Pago por descargas

Se realizan principalmente según el modelo de cliente/servidor, donde el contenido es propiedad del usuario. El líder del sector sigue siendo el pionero, Apple, a través de su tienda iTunes, en la que ha vendido más de 10.000 millones de canciones en todo el mundo desde su creación en 2003. A la oferta de Apple se han sumado otros competidores, como AmazonMP3, 7digital, HMV, Tesco, FNAC Music y Google que está intentando hacerse un hueco con su Play Store. La música descargada es accesible desde distintos dispositivos, cuya venta complementa el modelo. La desaparición progresiva de los DRM (Digital Rights Management) liderada por discográficas como Apple, EMI y Universal, que protegen los archivos de música y suponen un obstáculo a la interoperabilidad entre dispositivos, dio un empuje a la descarga de música en Internet. 

Pago por suscripción

En los últimos años se ha ganado en interoperabilidad entre distintos dispositivos y flexibilidad para los usuarios, y se ha consolidado el modelo de suscripción gracias también a la penetración de la banda ancha y los móviles inteligentes, con la disponibilidad de aplicaciones que mejoran la experiencia del usuario. Los servicios que dominan el mercado como Spotify, Deezer y We7 ofrecen el modelo freemium: acceso gratis con publicidad, a menudo limitado en el tiempo de uso, o premium, con suscripción de pago y sin anuncios. 

La mayoría de los servicios que ofrecen música lo hacen en streaming, que consiste en la emisión online de música, donde el usuario escucha la música pero no tiene su propiedad, y permite crear una radio personalizada según sus gustos, accesible desde cualquier lugar. Cada vez más, estos servicios combinan herramientas de las redes sociales como la creación de grupos de amigos, foros y la mensajería instantánea, y se integran a su vez en redes como Facebook.

Ejemplo destacado: SPOTIFY 


El servicio de música en streaming Spotify tiene unos 17,4 millones de usuarios al mes, y unos 5,3 millones al día. La compañía sueca se introdujo en el mercado estadounidense en agosto de 2011 y en apenas siete meses más de 3 millones de usuarios de ese país se sumaron a su servicio de suscripción. Su alianza con la red social Facebook también le valieron unos 4 millones de clientes en dos meses. Su modelo de negocio es freemium: ofrece acceso limitado gratuito a su catálogo, financiado por publicidad, y un servicio libre de anuncios para los abonados. Las cifras sobre su base de clientes no deja lugar a dudas sobre el éxito del servicio, pero precisamente ese éxito podría costarle caro: si sigue aumentando el número de oyentes y llega a los 15 millones, las compañías discográficas podrían subir el precio de las licencias de emisión de música, y la empresa se vería obligada a buscar inversores. 

Alianzas con operadores

La música puede ayudar a los operadores de Internet y telefonía móviles a conseguir nuevos clientes en un mercado cada vez más competitivo, y no menos importante, a retenerlos. Según un estudio de OVUM, puede contribuir a aumentar los ingresos medios por cliente y puede llegar a ser una valiosa herramienta de reposicionamiento de marca. En Reino Unido, el informe calcula que como resultado de aliarse con los servicios de distribución de música online, los operadores podrían ganar hasta 100 millones de libras más en 2013. Otra investigación, de Informa Telecoms & Media, asegura que los grandes operadores de telefonía móvil europeos podrían obtener hasta 78 millones de euros cada uno de asociarse a proveedores de música en streaming como Spotify.

Música en la nube

Los modelos de negocio en la nube están todavía en fase de desarrollo, pero principalmente, en el caso de la música se distinguen dos: como una infraestructura en la que el usuario almacena su colección de música para acceder a ella desde cualquier dispositivo conectado a Internet, o como un servicio de acceso a las canciones, cuya propiedad reside en el proveedor del servicio. En ambos casos la música es almacenada en un servidor remoto, que pertenece a una empresa determinada que la distribuye en streaming a ordenadores, televisiones, teléfonos móviles y tabletas, videoconsolas, lectores de MP3, Blue-Ray o el coche. iCloud de Apple, por ejemplo, permite almacenar la música comprada en su tienda iTunes en servidores remotos para luego escucharlos en los dispositivos que el usuario quiera. El servicio, lanzado en verano de 2011 en Estados Unidos llegará próximamente a Europa. Music Unlimited, de Sony Corporation, es un servicio de streaming basado también en la nube, disponible en Reino Unido e Irlanda desde diciembre de 2010. Su modelo de negocio es la suscripción. 

Vídeo clips

El vídeo musical se ha extendido rápidamente en las plataformas de Internet y es un fuerte apoyo para el sector por el potencial de la difusión de estos contenidos, y por su atractivo para generar ingresos por publicidad. Varias discográficas internacionales han llegado a acuerdos con estas plataformas para la distribución de sus vídeos musicales. En Europa, la suma de los visionados en YouTube en Reino Unido, Alemania y Francia llegó a los 8.700 millones al mes, con una media de 2.900 millones de vídeos por país y mes. Las cifras son similares en España, según comScore, 2011. Otros actores como MTV y VEVO también mueven importantes audiencias. 

Sellos online

Son la versión moderna de los sellos de música independiente de los ochenta, cuando los productores grababan directamente en cintas de cassette o CD. Se caracterizan porque las plataformas están gestionadas directamente por artistas o colectivos. Los costes de producción son bajos y la distribución y promoción es digital. La comercialización es abierta o de acceso gratuito, con licencias “blandas” Creative Commons o similares, y se financia mediante donaciones. En este modelo desaparece completamente la figura del intermediario y se mejora el contacto directo con el consumidor final. De momento, el modelo no presenta gran rentabilidad y se dirige a un mercado de nicho.

Otros grupos que sí quieren comercializar su música acuden al crowdfunding en lugar del mecenazgo total. El sistema consiste en la venta de los derechos de autor a los fans por parte los grupos musicales, a través de la venta y subasta de los mismos, con el fin de apoyar el trabajo de los artistas.

En ocasiones, en lugar de los derechos de autor, los seguidores del grupo obtienen merchandising, entradas para conciertos, etc.

Ejemplo destacado: FIRSTCLAP


No es todavía un éxito, porque acaba de nacer (en febrebro de 2012), pero el proyecto es prometedor. Firstclap es una plataforma online de crowdfunding española que se dedica a exhibir nuevos proyectos musicales. Ofrece dos formas de participación: Clapfunding, quepermite a las bandas crear una página para su proyecto (como la grabación de un vídeoclip, una gira, etc) y recaudar dinero gracias a los usuarios que decidan apoyar tu grupo. El mecenazgo ofrece a los usuarios la posibilidad de apoyar a su grupo haciéndole una donación anual. Estos se convierten así en mecenas, y como recompensa de su donación, pueden descargarse canciones. La plataforma ofrece también varias herramientas a los artistas para gestionar su carrera, conseguir más fans, reproducciones e ingresos. El uso de la herramienta es totalmente gratuita. La web se financia a través de una sola herramienta de pago: la promoción. Los grupos pueden decidir destacar en la plataforma para ganar más fans y reproducciones. En este caso eligen su presupuesto y controlan sus gastos.

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