Durante varios días Twitter ha enloquecido con la historia de terror de Manuel Bartual. El editor y director de cine, compartió un gigantesco hilo en el que relataba una serie de vivencias extrañas durante sus vacaciones en un hotel de Mallorca.
Objetos que desaparecían, personas extrañas, notas escritas en un rollo de papel higiénico y hasta su propio doble, son algunos de los ingredientes de la trama creada por Bartual. La historia, que para algunos es la primera novela publicada en Twitter, finalizó en la madrugada de el sábado de forma enigmática.
Asi que a continuación publicamos toda la historia completa:
Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras. Esta tarde estaba leyendo en la terraza de mi habitación cuando he escuchado que la puerta se abría. Y a este viaje he venido solo. Lo primero que he pensado es lo normal en estos casos, que sería alguien del servicio de habitaciones. Ya me ha pasado otras veces. Hoy, al menos, me iban a pillar con los pantalones puestos. Pero no: cuando he entrado a la habitación, me he encontrado con un hombre alto y delgado, muy nervioso, moviéndose de un lado a otro.Me he acojonado un poco. Se movía rápido, parecía registrar la habitación, o buscar algo, no sé. Le he hablado y me ha mirado. Ahí se me ha pasado un poco el acojone, porque al mirarnos no me ha parecido agresivo, sino más bien desorientado. Era una mirada triste. Me he acercado a él y me ha cogido fuerte de un brazo. Ha comenzado a hablar, muy rápido, sin apartar la mirada, pero yo no entendía nada.
Al principio me ha parecido un idioma que no conseguía adivinar, pero enseguida he comenzado a reconocer palabras. Era castellano, pero completamente desordenado. Algunas frases comenzaban con las palabras en su sitio, pero rápidamente se descolocaban. Como un Yoda a mil por hora, atropellándose al hablar. He intentado calmarle, pero no ha servido de mucho.
Me ha gritado algo, se ha girado y antes de irse me he fijado que llevaba una tarjeta como la que tengo para entrar a la habitación. Una tarjeta como está:
He echado el pestillo y me he sentado un momento en el sofá. Al rato he escondido las cosas de valor y he bajado a recepción. Les he explicado lo que ha pasado. Les he dicho lo primero que he pensado, que quizá era un huésped anterior de esa misma habitación. Me han explicado que es raro, pero no imposible. Cada vez que un huésped deja el hotel resetean el acceso a su habitación, pero quizá...
...quien se encargó de su check out olvidó esa parte del proceso. Esto suponiendo que fuera eso mismo, un cliente del hotel. Les he descrito su aspecto, pero no tenía ningún rasgo demasiado característico. Alto, delgado, pelo corto, algo tostado por el sol. La chica que me estaba atendiendo me ha dicho que me girase, que lo tenía detrás de mí. Y vaya si estaba ahí. La mitad de los que habían en ese momento en recepción encajaban en esa descripción. Nos hemos reído un poco. Para asegurarnos de que no vuelva a pasar me ha cambiado la tarjeta y ha reseteado el acceso a mi habitación. Y aquí llevo desde entonces.
Pero no es lo único raro que me ha pasado hoy. También he perdido esta camiseta:
He bajado a desayunar al buffet del hotel y acabo de cruzarme con el hombre alto. Está aquí sentado, desayunando en otra mesa. Al pasar a su lado me ha saludado y se ha disculpado. Esta vez le he entendido porque hablaba tranquilo, colocando cada palabra en su sitio. Dice que entró a mi habitación por error, que está alojado en otra de este mismo hotel y que perdón por el susto. "No se preocupe, está todo bien" ha repetido varias veces con una sonrisa en la cara que no me ha podido parecer más artificial.
En fin, no sé. Casi me ha dado más mal rollo ahora que ayer cuando entró a mi habitación enloquecido. Ayer al menos parecía una persona. Hoy parece un robot. Voy a tratar de hacerle una foto. Vale, es este.
He pasado la mañana fuera. Al volver me he encontrado con la habitación hecha y con esto en el suelo del baño.
Es un lápiz de color negro usado.
No es mío, no he traído ningún lápiz conmigo. He revisado la habitación pero no veo nada más que no sea mío, ni que falte nada. En cualquier otro momento imaginaría que se le habrá caído a quien haya limpiado la habitación, pero después de lo de ayer no sé qué pensar. Lo aclaro porque me lo habéis preguntado: el lápiz ni es mío ni es como los que utilizo habitualmente. Me voy a dar una vuelta.
Vale, no sé si comienzo a estar un poco sugestionado por lo de ayer y por lo de hoy, pero esta tarde ha vuelto a pasar algo un poco raro. He estado dando un paseo por la playa, y he acabado caminando hasta el final de esta pasarela.
No se aleja demasiado de la orilla, pero la vista desde la parte que se adentra en el mar mola. Suele estar llena de gente haciendo fotos. He estado allí un rato, y cuando me he girado he visto esto.
No se aprecia demasiado por el contraluz, pero a la derecha está el hombre alto junto a otro hombre. No sé cuánto tiempo llevarían allí de pie, pero juraría que estaban allí quietos, observándome. Son estos dos.
He comenzado a caminar hacia ellos y en ese momento se han girado y han comenzado a caminar hacia la orilla. He tratado de seguirles...pero entre tener el sol de frente y que había mucha gente, al llegar a la orilla no he conseguido ver hacia dónde habían ido.
Pero esto no ha sido lo más raro. Lo más raro ha sido que el hombre que acompañaba al hombre alto llevaba puesta la camiseta que perdí ayer.
Para los que estáis preocupados por mí: ¡sigo vivo! Ayer volví al hotel y pedí algo para cenar en la habitación. He estado por aquí desde entonces, leyendo y viendo un par de pelis. Lo he estado pensando y creo que me he flipado un poco. Seguramente haya una explicación lógica para todo esto. En realidad puede que los dos hombres que vi ayer no fueran el mismo que entró a mi habitación ni uno con mi camiseta perdida. Tenía el sol de cara cuando les vi, así que no sé. Quizá vi lo que quise ver.
Me voy a la playa a nadar un rato, a ver si me despejo.
Vale, ha pasado algo. He estado nadando un rato, y al salir he visto a alguien sentado en la arena que llevaba la camiseta que me ha desaparecido. Creo que es el mismo hombre que me observaba ayer desde la pasarela junto al hombre alto. Esta vez no parecía estar observándome. Estaba sentado lejos de mí, mirando el mar. He dejado el móvil en el hotel antes de salir, así que me he quedado pensando qué hacer, si volver a por el móvil, vigilarle o qué.
Al final he vuelto al hotel. No parecía que fuera a moverse de allí y el hotel está cerca de la playa. Quiero tener documentado todo esto. Cuando he vuelto con el móvil ya no estaba. Por suerte esta zona turística no es muy grande. He dado un par de vueltas y he acabado encontrándole. Se ha sentado en un bar. Le he hecho este par de fotos.
Voy a quedarme por aquí cerca, procurando que no me vea. Acaba de pedir algo a un camarero. Le han traído una hamburguesa y un refresco. O un tinto de verano, algo así. Sigo por aquí, bajo un árbol, fuera de su vista. Ha terminado de comer. Ha pagado. Acaba de salir del bar. Estoy siguiéndole. Acaba de entrar a un supermercado.
Vale, AHORA SÍ QUE LO ESTOY FLIPANDO. Este tío es IDÉNTICO A MÍ.
A los que me conocéis en persona: ¿es cosa mía o a vosotros también os lo parece?
Le he perdido de vista al salir. Estoy buscándole. No le encuentro. Creo que me vuelvo al hotel. Cuelgo aquí una foto mía para que podáis comparar.
Estoy en mi habitación. No sé qué pensar de todo esto. Aunque parezca increíble, hay algo que me inquieta incluso más que haberme cruzado con alguien idéntico a mí. Esta zona turística es pequeña y realmente hay poco que hacer en ella. Una playa, hoteles, casas y algunos bares y supermercados. Supongo que ahí está su encanto. Un sitio al que ir para no hacer nada durante unos días. Es justo lo que buscaba cuando vine aquí.
El otro Manuel, por llamarlo de algún modo, ha estado descansando frente al mar, comiendo una hamburguesa y luego comprando agua.
Así que a pesar de que esto es pequeño y la oferta es limitada...
¿Qué probabilidad había de que haya hecho exactamente lo mismo que hice yo al llegar aquí, el primer día, en el mismo orden y mismos sitios?
Casi me cago vivo hace un momento.
Sigo sin saber quién dejó el lápiz en el baño, pero al menos ya sé qué hacía ahí.
Mejor que lo veáis con vuestros propios ojos. (Vídeo de mensaje en el papel higiénico ESTÁS EN PELIGRO)
Creo que me habría partido de la risa al ver esto si no fuera porque es la prueba de que alguien ha estado en mi baño.
Aunque si me paro a pensarlo, si alguien quería dejarme un mensaje y que nadie lo viera excepto yo, qué mejor sitio que éste.
Y hay más.
He seguido desenrollando y me he encontrado con todo esto.
He tratado de ponerlo más o menos en el orden en el que me lo he ido encontrando, pero ya veis que no tiene mucho sentido. Me ha recordado enseguida a cómo hablaba el hombre alto cuando entró en mi habitación, lo que me hace pensar que esto lo ha escrito él. Voy a tratar de ordenar las palabras, a ver si consigo darle algún sentido a este galimatías.
Gracias a todos los que me escribisteis anoche en público y por privado para ayudarme a resolver el mensaje. ¡Fuisteis mucha gente! Alguna frase puede cambiarse de sitio, pero creo que esto es más o menos lo que dice:
"Estás en peligro. Lo mío ya no tiene solución pero tú todavía puedes salvarte. Ve a la otra habitación y quédate en ella. No es una broma".
No os voy a engañar: esta noche no he dormido demasiado bien por culpa de todo esto. Aunque el mensaje avisa de justo lo contrario, trato de pensar que alguien me está gastando algún tipo de broma muy elaborada.
Y aunque me lo tomase en serio, ¿qué puedo hacer?
He estado fijándome en el plano del hotel que hay colgado en mi puerta, y si no me fallan las cuentas, este hotel tiene 192 habitaciones.
Sin contar la mía, ¿cuál de esas 191 habitaciones es "la otra habitación"? Y aunque lo supiera, ¿cómo entro a ella?
Llevo toda la mañana pensando en el mensaje, y si esto va en serio, no me parece descabellado pensar que en realidad hay dos hombres altos.
El hombre alto 1 sería el que entró a mi habitación el lunes y luego volvió a dejarme el mensaje.
El hombre alto 2 sería el que me encontré desayunando y luego me estuvo observando desde la pasarela acompañado del otro Manuel.
Esto explicaría la diferencia de comportamiento entre las dos veces que hablé con él, primero en mi habitación y luego en el desayuno.
Fue algo muy exagerado. El hombre alto 1 estaba nerviosísimo, el hombre alto 2 parecía una persona completamente diferente.
Tan tranquilo y repitiendo tantas veces que todo estaba bien que me puso muy nervioso hablar con él. Lo que ya no sé explicar es por qué hay dos y por qué son idénticos. Pero claro, también está paseando por ahí un tío idéntico a mí. También me preocupa el estado en el que apareció el hombre alto 1 en mi habitación, tan nervioso, tan fuera de sí.
Si lo suyo "ya no tiene solución" pero yo todavía me puedo salvar, ¿quiere eso decir que lo que le haya pasado a él me puede pasar a mí?
Me estoy agobiando. Salgo a dar una vuelta.
Algunos me habéis comentado que quizá "la otra habitación" sea una con el mismo número que la mía en este mismo hotel. No lo había pensado. Me parecería raro que hubiera dos habitaciones con el mismo número, pero a estas alturas mejor no descartar nada. Voy a recorrer el hotel entero. Mi habitación es la 328.
A los que me habéis preguntado que cómo es posible que esté alojado en la habitación 328 si el hotel tiene 192 habitaciones:
El hotel tiene 4 plantas, con 48 habitaciones por planta. La primera habitación de mi planta es la 301 y la última la 348. Así en todas.
He recorrido el hotel entero pero no he visto ninguna otra habitación 328.
También he pensado que quizá "la otra habitación" sea una que contenga los números 328 pero en diferente orden. Tendría cierto sentido.
La única otra combinación de 328 que da como resultado un número de habitación que exista en este hotel es 238.
He probado a llamar por teléfono a esa otra habitación desde la mía. Ha contestado una mujer en alemán. Al fondo se escuchaba a un par de niños. Creo que "la otra habitación" debe de ser otra cosa. Voy a echarme un rato. Estoy cansado. Anoche no dormí demasiado bien.
Acabo de despertarme de una siesta. He tenido un sueño muy raro. Caía al mar, no sé muy bien desde dónde, y al llegar a la orilla comenzaba a caminar hacia mi hotel. Al llegar a mi habitación entraba dentro y me encontraba allí a alguien idéntico a mí. Así que salía y caminaba hasta mi casa.
Esto es imposible porque no sólo tardaría días en llegar: además hay un mar entre medias. Pero bueno, ya sabéis cómo funcionan los sueños. Cuando llegaba a casa, entraba y Manuel Bartual ya estaba allí. Bajaba a un bar y lo mismo: otro Manuel Bartual tomando algo en ese bar. Esto me mosqueaba especialmente porque bajo a desayunar todos los días a ese bar. La situación se repetía varias veces, fuera donde fuera, y al final, muy agobiado, decidía coger el teléfono y llamarme a mí mismo.
Y entonces escuchaba a Chiquito de la Calzada al otro lado del auricular diciéndome "¡Está la cosa muy malaa!". Y bueno, menos mal, porque el sueño estaba siendo un auténtico agobio. Qué bien que mi cabeza haga estas cosas a veces. Imagino que Chiquito se ha colado en el sueño porque he visto ese mismo GIF mientras miraba Twitter antes de quedarme dormido.
Creo que voy a pasar el resto de la tarde en mi habitación.
Me parece que he vuelto a ver al otro Manuel. La terraza de mi habitación tiene vistas a una de las dos piscinas del hotel y a una de las calles que lo rodean. Creo que estaba allí, de pie, en la calle. Mirando hacia mi terraza. He entrado a por el móvil para hacerle una foto, pero la calle estaba vacía cuando he salido. Estaba ahí, cerca del coche rojo.
Joder, acabo de verlo otra vez. Está dentro del hotel, junto a la piscina. He apagado las luces de la habitación para grabar este vídeo. Espero que no me haya visto. Estoy llamando a recepción para avisar de que hay alguien sospechoso junto a la piscina. Que envíen a alguien a comprobarlo, por favor.
Mierda, ya no está.
Joder, qué mal rollo. Me ha puesto los pelos de punta. Joder joder joder.
Me acabo de asegurar de que el acceso a la habitación desde la terraza está bien cerrado y he echado el pestillo de la puerta.
Es la última vez que me voy de vacaciones solo.
JODER QUÉ SUSTO
Acaban de llamarme de recepción. Casi se me sale el corazón por la boca cuando ha sonado el teléfono.
Dicen que han pasado por la piscina pero no han visto a nadie. Les he dicho que ya, claro, pero que cuando he llamado sí lo había.
Creo que voy a bajar a enseñarles el vídeo.
Estoy de nuevo en la habitación. Aunque les he insistido, en recepción no le han dado mucha importancia al vídeo.
Dicen que seguramente sea el encargado de la piscina echando cloro. O un huésped paseando. Que no le dé importancia.
Sé que en el vídeo no se aprecia muy bien si está de frente o de espaldas, pero prometo que ese tío estaba mirando hacia mi habitación.
Si esto es un broma y quien me la está gastando está leyendo esto, que pare ya, por favor.
Esta noche me ha costado conciliar el sueño, así que he estado pensando mucho en todo esto. Creo que va siendo hora de que pase a la acción.
No sé si lo que me está pasando es real, peligroso o si sólo se trata de una broma, pero sea como sea he de descubrir qué está pasando aquí.
Basta de quedarme en esta habitación. Voy a salir ahí fuera y no voy a parar hasta encontrar al otro Manuel o al hombre alto.
Y cuando lo haga, me encararé a ellos para que me expliquen por qué me están siguiendo. Voy a llegar al fondo de esta historia.
Pero antes voy a bajar a desayunar.
Vale, acabo de descubrir algo.
He estado dando una vuelta por la playa y luego he recorrido entera toda esta zona.
Estoy en una zona turística construida a ambos lados de una carretera, bordeada por unas montañas y una playa.
De extremo a extremo de la zona turística, andando por la carretera, deben de haber unos 3 kilómetros.
Mi hotel está en uno de los extremos, prácticamente donde acaba (o comienza) la zona turística, pegado a la carretera.
Hoy he caminado hasta el otro extremo, y al otro lado de la carretera he encontrado esto otro.
Es un hotel idéntico al mío. Si en vez de en extremos opuestos estuvieran frente a frente, uno podría parecer el reflejo del otro.
Pongo las dos fotos juntas para que podáis comparar. Primero mi hotel y luego el otro.
Quizá se traten de dos hoteles de la misma cadena hotelera, aunque no parece que el mío pertenezca a ninguna.
Estoy delante del otro hotel. Voy a entrar a preguntar.
Ha sido todo muy raro.
He estado hablando con una mujer que me ha atendido en recepción. Ha sido muy amable, pero muy fría también.
Me ha recordado mucho a cómo se comportó el hombre alto 2 cuando me crucé con él en el desayuno. Hablaba prácticamente igual.
Casi como si alguien, o algo, estuviera esforzándose por parecer humano.
Le he insistido mucho, porque no conseguía que me diera una respuesta clara. Tan sólo sonrisas y "no se preocupe, todo está bien".
Por más que le preguntaba por las similitudes entre su hotel y el otro en el que estoy alojado, esto es lo único que me respondía.
Voy a volver a mi hotel a hacer las mismas preguntas en recepción.
He estado hablando con los empleados que hay en estos momentos en la recepción de mi hotel.
Dicen que no saben nada de la existencia de otro hotel idéntico a éste en esta misma zona. Les he pedido que me acompañen para mostrárselo.
Me han mirado con cara rara y me han dicho que ahora mismo no podían. Que volviera más tarde.
Creo que no me han tomado demasiado en serio.
Tampoco voy a culparles. Seguramente ya me conozcan como "el puto loco de las historias" o algo por el estilo.
Es lo que yo pensaría de mí si fuera uno de ellos.
En fin, no sé. Lo que tengo claro es que después de este descubrimiento, "la otra habitación" debe de ser la 328 del otro hotel.
O por lo menos, me parece la explicación más lógica ahora mismo.
Voy a ir allí, pero no me quiero precipitar. Antes voy a pensar muy bien qué hacer cuando llegue a la otra habitación.
Muchos me estáis preguntado que por qué no me olvido de todo esto y vuelvo a casa.
Básicamente es porque me conozco. Necesito saber qué está pasando aquí o acabaré obsesionado con este tema más de lo que ya lo estoy.
Estoy en el bar de mi hotel. Creo que lo más sencillo va a ser afrontar esto desde la serenidad.
Iré a la otra habitación y llamaré a su puerta. Si hay alguien allí y me abre, hablaré con quien sea que esté allí.
Le pediré que me explique qué está pasando. Y si no hay nadie, siempre tengo la tarjeta que abre la puerta de mi habitación.
Como muchos me habéis dicho, quizá sirva para abrir la habitación 328 de ese otro hotel.
Si esto llega a pasar y entro solo a esa habitación ya no sé muy bien qué haré allí dentro. Pero quizá así descubra por qué he de ir allí.
Ahora sólo me falta reunir el valor para hacer todo esto. Os aseguro que no es fácil.
Voy a pedirme otra cerveza.
OK, voy para allá.
Me tiemblan las piernas, pero voy para allá.
Estoy en la puerta del otro hotel. Voy dentro.
Acabo de traspasar el hall. Está todo justo al revés que en mi hotel. Esta piscina en el mío está saliendo por aquí pero a la derecha.
Esta es la otra piscina. Idéntica a la que se ve desde mi habitación en el otro hotel pero a la inversa.
Para llegar a mi habitación debería de ser por aquí subiendo unas escaleras que hay al fondo.
TENGO EL CORAZÓN A MIL POR HORA
JODERJODERJODER
Estoy volviendo a mi hotel. Enseguida os cuento. Buffffffff
Vale. A ver. He entrado a la habitación, eso lo habéis visto.
Se me ha ido completamente la pinza ahí porque antes de utilizar mi tarjeta quería probar a llamar, pero en fin. Da igual.
La cuestión es que ha funcionado. La tarjeta que abre mi habitación 328 también abre la otra habitación 328.
He buscado la llave de la luz pero no la he encontrado. Al estar todo al revés me he desorientado un poco.
Entonces me ha parecido escuchar una respiración al fondo. No sé si se escucha en el vídeo, estoy escribiendo esto mientras camino.
He preguntado "¿Hola?", como habréis oído, y entonces se ha encendido una luz al fondo. AHÍ ME HE CAGADO VIVO.
He salido corriendo, y lo que ha pasado después de donde se ha cortado el vídeo es lo siguiente:
Me he girado al llegar a la esquina del pasillo y el otro Manuel estaba allí, de pie, bajo el marco de la puerta de la habitación.
Mirándome. Parecía verdaderamente enfadado.
Ha comenzado a correr hacia mí y yo he salido por patas.
Me ha perseguido por todo el hotel hasta llegar al hall.
He salido fuera del hotel y allí me he vuelto a girar. Estaba parado en el centro del hall, mirándome, verdaderamente enfadado.
He seguido corriendo, camino de mi hotel, pero ya a otro ritmo porque he visto que no me seguía.
Por eso y porque estoy en una forma física que da pena. Joder, no sé cómo no me ha atrapado antes de llegar al hall.
Si salgo vivo de ésta prometo que me apunto al gimnasio.
Estoy de nuevo en mi habitación.
Esto me supera.
Tengo el vuelo de vuelta para el lunes, pero voy a tratar de cambiarlo o comprar otro para mañana mismo.
Me da igual no quitarme nunca esta historia de la cabeza. Comienzo a temer por mi vida.
He comprado un vuelo de vuelta para mañana a las 8 de la mañana. Estoy haciendo la maleta.
He leído algunos de vuestros comentarios respecto a mi decisión de volver a casa.
Entiendo que os decepcione que no siga adelante con esto, pero por favor, poneos por un momento en mi lugar.
Estoy verdaderamente asustado.
He mirado los horarios del autobús que he de coger para llegar al aeropuerto y aunque cogiera el próximo llegaría muy justo.
Acabo de hacer el check out en el hotel. Les he pedido que llamen a un taxi.
Estoy en el taxi. No tardaré mucho en llegar al aeropuerto.
Tendré que hacer noche allí hasta que salga el vuelo, pero mejor eso que haber pasado la noche en el hotel.
Llevo conmigo todo mi equipaje, excepto la camiseta que perdí. El otro Manuel seguía llevándola puesta cuando me estuvo persiguiendo.
Sólo de escribir esto ya se me ponen los pelos de punta.
También llevo conmigo el lápiz que encontré en el baño del hotel. Lo he llevado encima todo este tiempo. Empiezo a verlo como un amuleto.
Ojalá hubiera conseguido entender al hombre alto 1 cuando apareció en mi habitación.
Tengo la sensación de que si hubiera sido así nada de esto habría pasado.
Y tengo también muy claro que hizo todo lo posible por avisarme del peligro. Pienso mucho en ello.
Mierda, acabo de darme cuenta de una cosa.
Estoy en el aeropuerto.
Anoche me quedé sin batería en el taxi, y no he encontrado un enchufe para cargar el móvil hasta que he llegado a la puerta de embarque.
Me quedé diciendo que me había dado cuenta de una cosa.
He olvidado en el hotel un bollo que había comprado para desayunar.
Me habría venido muy bien ahora, las cafeterías del aeropuerto están cerradas a estas horas.
Pero bueno, la verdad es que al facturar me ha pasado algo que me ha quitado el hambre de golpe.
La persona encargada de tramitar mi billete me ha preguntado por mi acompañante en el vuelo. Pero le he dicho que no, que viajo solo.
Lo ha vuelto a comprobar y me ha dicho que debía tratarse de un error: le aparecían dos asientos juntos, los dos a nombre de Manuel Bartual.
Quiero pensar que ha sido verdaderamente un error.
Bueno, pues ahí voy.
Llevo un rato aquí sentado y el asiento que tengo a mi lado está vacío. Espero que siga así hasta que despeguemos.
Venga venga rápido por favor.
Joder, me va a dar algo.
Despegamos.
Acabamos de aterrizar.
Hemos llegado con algo de retraso, pero el vuelo ha ido bien. Qué ganas de llegar a casa.
Creo que nunca me he alegrado tanto de cruzar estas puertas.
Acabo de subir a otro taxi. Quiero llegar a casa cuanto antes.
Hasta que no me he sentado en este coche no me he dado cuenta de la tensión que he ido acumulando durante toda esta semana.
Me relaja darme cuenta de que enseguida llegaré a mi casa, lejos de toda esta pesadilla.
Creo que nunca llegaré a saber qué pasó aquí exactamente, pero una cosa sí que tengo clara.
Nunca olvidaré estas vacaciones.
No no no. No, por favor, no.
Creo que esto no ha terminado.
Al llegar a mi edificio el portero me ha saludado y me ha pedido que me acercase a su garita. "Pues sí que has vuelto pronto", me ha dicho.
Le he contestado que bueno, que no tanto, que llevo una semana fuera. Ahí me ha mirado raro.
Me ha dicho que no, que acabo de pasar por allí. Que le he pedido si podía guardarme una cosa y dármela cuando volviese.
Esto.
Estoy en mi casa. Voy a abrirlo.
¿Es una broma? Porque si lo es, BASTA, por favor.
He bajado a hablar con el portero para preguntarle más por la persona que le ha dado este paquete.
No ha entendido bien mi pregunta. Me ha dicho que se lo he dado yo mismo, unos minutos antes de que luego me lo entregara.
Joder, qué mal rollo. Es que es hasta mi letra. Podría haberlo escrito yo mismo.
Me voy a dar una vuelta por el barrio. De repente no me siento seguro en casa.
He estado dando una vuelta por mi barrio pero me he empezado a agobiar un poco. Aunque estemos a finales de agosto, esto sigue muy vacío.
He acabado viniendo al bar donde suelo bajar a desayunar. Aquí al menos hay algo de gente.
Vale, he estado pensando. Tiene que haber una explicación lógica a todo esto.
Quizá tenga un gemelo. Y el hombre alto otro. Que nos separasen al nacer, y por algún tipo de casualidad altamente improbable...
...nos hayamos reencontrado con nuestros respectivos gemelos mientras pasábamos unos días de vacaciones en ese hotel.
Tal vez nuestros gemelos estén muy muy muy enfadados con nosotros por algo que desconocemos, y de ahí esa actitud tan tan chunga.
O igual es un tema de drogas.
No dejo de pensar que el hombre alto 1 está de mi parte, pero si no lo estuviera, apostaría a que entró a mi habitación puesto de algo.
O con el mono a tope, buscando otra dosis. Quizá el anterior huésped dejó droga escondida en mi habitación y era eso lo que buscaba.
Pero claro, entonces no sé por qué el otro Manuel me ha seguido hasta aquí. Ni por qué se parece tanto a mí.
Aunque siempre procuro mantener un pensamiento racional, quizá debería de abrirme a otro tipo de posibilidades.
Por ejemplo: me quieren suplantar.
Hay alguien o algo en ese otro hotel que genera copia idénticas de los huéspedes que nos alojamos en el hotel donde he pasado esta semana.
Luego intentan reemplazarnos. Quizá es de eso de lo que me trató de avisar el hombre alto 1. En ese caso, lo que no sé muy bien...
...es por qué me salvaría quedándome en la otra habitación. Aunque al otro Manuel no le hizo ni pizca de gracia verme allí, eso seguro.
Quizá sean aliens.
O clones.
O yo qué sé.
Tal vez exista el viaje en el tiempo. Tal vez me haya estado viendo a mí mismo venido del futuro.
O sea yo mismo pero de otra dimensión.
O algún tema de fantasmas y hoteles embrujados.
Bueno, esto igual no.
Igual es que me he vuelto loco y no me he enterado. No vayamos a descartar ninguna opción.
Han terminado de prepararme el bocadillo de tortilla que había pedido. Me subo a casa a comérmelo, que con la tontería se me ha hecho tarde.
Mierda. MIERDA.
Está aquí. El otro Manuel.
Está en la calle, bajo mi ventana. Le he visto mientras me comía el bocadillo. Jodeeeeeer.
Se ha ido.
Me he alejado un momento para coger el cargador del móvil y se ha ido.
Ya no está.
Mira, ya no puedo más.
Me voy a una comisaría.
Menuda cola había en comisaría.
Ni que regalasen algo.
No ha sido muy buena idea ir allí. Les he explicado todo lo que me está pasando, les he enseñado los vídeos y las fotos que tengo...
...y si ya estaban poniendo cara rara mientras les contaba todo, en cuanto han llamado al hotel me ha quedado claro que no iban a creerme.
Han querido contrastar mi versión hablando con la recepción del hotel. Está claro que allí no tienen muy buena opinión de mí.
Y eso que antes de irme les dije que, a pesar de todo, pensaba calificarles con 5 estrellas.
Por un momento he pensado que los policías me iban a acabar reteniendo allí, pero al final me han dejado libre.
Así que he vuelto a casa.
Y entonces ha pasado algo raro.
La cerradura para entrar a mi casa es como la que podéis ver aquí.
Necesito una llave para abrirla.
Así que si lo que necesito es una llave para entrar, ¿por qué lo que recuerdo es haber entrado con la tarjeta del hotel?
Es muy extraño. No sólo es imposible, además es que la tarjeta la dejé en recepción cuando me fui del hotel.
Me estoy agobiando mucho.
Creo que hice mal en irme. Creo que aquí no voy a solucionar nada.
He de volver al hotel.
Vale, ya estoy listo.
Acabo de dejarme una pasta en un vuelo que sale dentro de dos horas, pero al menos podré volar esta misma noche.
Espero llegar antes que el otro Manuel. Ya doy por sentado que él estará allí también antes o después.
Mi idea es ir directo a la habitación 328 del otro hotel y quedarme allí, como decía la nota del rollo de papel higiénico.
No tengo tarjeta para entrar, pero si hace falta tiraré abajo la puerta a puñetazos.
Comeré algo de camino para coger fuerzas.
Acabo de llamar a un taxi, estará al llegar. Me voy al aeropuerto.
Esto va a sonar un poco raro, pero no encuentro la puerta.
Quiero decir: no está en su sitio. Ahora tan sólo hay pared blanca allí donde debería estar.
¿Qué está pasando aquí?
Estoy recorriendo mi casa buscando la puerta para salir y sólo está sirviendo para que me preocupe todavía más. Algo raro pasa aquí.
Todo está... no sé. Como si los espacios se hubieran redistribuido. El salón parece más grande, pero al mismo tiempo también más pequeño.
El pasillo me parece larguísimo ahora. Las habitaciones no están en su sitio. Y también han desaparecido las ventanas.
Espera. Me parece ver algo a lo lejos.
Creo que es una ventana.
No puede ser.
NO PUEDE SER.
Es la piscina de mi hotel. Desde esta ventana se ve la piscina de mi hotel.
Estoy leyendo vuestros comentarios y no entiendo nada. ¿No veis la piscina?
He oído un ruido.
Creo que hay alguien más en la casa.
Creo que es el otro Manuel.
Oigo sus pasos y su respiración a lo lejos. He conseguido esconderme en... bueno, no sé muy bien dónde.
No entiendo la física de la habitación en la que estoy. Parece en continuo movimiento.
No sé qué hacer.
No sé por qué me está pasando esto a mí.
Yo sólo quería tomarme unos días de vacaciones. Desconectar un poco. Comerme unos bollos.
¿Qué quiere el otro Manuel de mí? ¿Matarme? ¿Suplantarme? ¿Qué tengo yo que pueda querer de mí?
Mierda. Creo que me ha visto.
Nos hemos peleado.
Se ha abalanzado sobre mí y por un momento he pensado que me mataba allí mismo. Pesa muchísimo.
No sé de dónde he conseguido sacar las fuerzas para empujarle y derribarle. He intentado escapar pero me ha agarrado de una pierna.
Nos hemos estado golpeando en el suelo hasta que he conseguido escapar.
No sé dónde estoy, pero ésta no es mi casa. O por lo menos no del todo. He conseguido encerrarme en un baño, pero no es mi baño exactamente.
Parece algo a medio camino entre mi baño y el baño de la habitación de mi hotel. Algo muy extraño.
Me duele todo.
Las paredes se están moviendo, cambiando.
Estoy en el baño de mi habitación 328.
Creo que esto mío ya no tiene solución.
Pero al menos todavía puedo avisar al próximo huesped. Evitar que le pase todo lo que me ha pasado a mí.
Tengo el lápiz conmigo. Sólo necesito un sitio donde escribir.
Aquí
Estoy sin apenas fuerzas. Sentado en el suelo. He escrito un aviso en el rollo de papel y he vuelto a dejarlo en su sitio.
Espero que el otro Manuel no lo encuentre. Espero que el próximo huésped lo vea y me haga caso.
Oigo pasos.
El otro Manuel está al otro lado de la puerta.
Ha abierto la puerta y está ahí, mirándome. Inmóvil.
No sé a qué espera. Que haga lo que tenga que hacer.
No sé si esto sigue leyéndolo alguien. De repente ya me no aparecen vuestros comentarios.
Ojalá nunca hubiera viajado ese a hotel. Ojalá os hecho hubiera caso antes de escapar allí de. Quizá me podría salvado haber.
Gracias por pero todo. Ayuda antes vuestra sin conmigo seguramente acabado Manuel el otro habría mucho. No de ninguna me cabe eso duda.
¿Hola?
Ayer domingo, Manuel Bartual, daba una explicación a su historia.
Gracias por leer hasta aquí, yo solo quise contar una historia divertida. Nunca imaginé esta repercusión.