Poco a poco se van incorporando a nuestro pais plataformas de distribución de contenidos como Netflix, Hulu, Yuzu, etc. que están modificando nuestra forma de acceder a la televisión, lo mas interesante de estas ofertas es que, una vez suscritos, nuestra clave nos permite acceder a la programación a través de cualquier dispositivo digital que esté conectad a la televisión. Con ello se amplían de manera importante los espacios y tiempos para la exposición al medio. Cabe añadir que la oferta programática no difiere de las propuestas de cable o satélite. El plus consiste en la omnipresencia que esta modalidad de exposición confiere a la televisión. Dicho de otra manera, canales de películas, series, deportes, documentales, telenovelas y terror, entre otros, pueden verse desde cualquier dispositivo y con ello se inicia el final del televisor como equipamiento doméstico y se abre paso a una modalidad que apenas está dando sus primeros pasos.
Pero ésta es la opción más reciente de acceso a contenidos televisivos a través de la red. Recordemos que desde hace algunos años YouTube cuenta con una oferta para una audiencia que la sigue en parte porque es gratuita, en parte por la afinidad con los contenidos, aunque esta red social entra en competencia de los sistemas de pago mediante un canal con programación similar pero de pago, a la vez que mantiene la oferta ya conocida, es decir pasa a plantear un sistema fremium de negocio. Además hay algunos canales tradicionales como Antena 3 y Televisión Española que nos permiten acceder a sus contenidos, sobre todo los ya transmitidos. Y además a estas opciones hay que añadir los canales de televisión que emiten por internet y que disponen de su propia mediateca a la que acceder a los contenidos, aqui muchos canales municipales dan esa opción: televisión de alcobendas, por ejemplo, de hecho hoy hemos leido que los trabajadores despedidos de Telemadrid, han creado su propio canal de televisión on line al que han llamado tm-ex y que iniciará sus emisiones en breve.
En resumen, en este momento hablamos de dos opciones de televisión por Internet. La primera, de pago, pone a disposición del usuario programas de diversos géneros con la promesa de renovarlos periódicamente. La segunda, todavía gratuita, nos da acceso a los contenidos de la televisión abierta, además de contar con opciones para transmitir eventos. En resumidas cuentas, los críticos de la televisión que predijeron su fin con la llegada de la red de redes se enfrentan a esta nueva convergencia tecnológica que apenas está en sus inicios.
Este escenario nos lleva irremediablemente al debate sobre los contenidos. La televisión abierta –nacional y extranjera- ofrece su programación pregrabada vía Internet con ligeras variantes en géneros y formatos, aunque reconocible para las audiencias. Pero, de acuerdo con nuestro escenario, la televisión por Internet abre un importante espacio a la transmisión de eventos en vivo y a la producción de contenidos de índole diversa que deberán organizarse de alguna manera para facilitar su localización por parte de las audiencias. Y en este caso, si antes privilegiamos las transmisiones en vivo, lo cierto es que existe espacio suficiente como para expandir la programación hasta donde los límites del presupuesto y los contenidos lo permitan.
En pocas palabras, estamos frente a una profesión de futuro: el productor de contenidos, que es quien debe poner a disposición de las audiencias una programación de calidad que se transforme en una verdadera competencia para la televisión abierta. Esto supone una evolución en los géneros tradicionales y repensar los contenidos para audiencias segmentadas de manera diferente a la tradicional. Se trata, en suma, de aprovechar el ciberespacio para competir con la televisión abierta y conquistar una audiencia ávida de nuevos contenidos y de alternativas más allá del espacio doméstico tradicional. Supone también la creatividad suficiente como para atraer inversiones y patrocinadores que incursionen en esta nueva aventura que apenas comienza. Dicho de otra manera, es buscar la competencia en una plataforma diferente producto de la convergencia tecnológica.
Es probable que la televisión abierta sobreviva tal como la vemos en este momento. Más canales como producto de la digitalización de las señales no suponen un incremento de la calidad. Más bien suponen más de lo mismo. El punto es que hay una audiencia que comienza a buscar otras opciones que ya no satisface la televisión abierta y/o algunas modalidades de televisión de paga. De aquí la relevancia del productor de contenidos y su inserción en el espacio en el que se dará la batalla. No en balde Antena 3 multimedia ha comenzado a incursionar en la webprogramación, que es lo mismo pero a través de la red, incluso generando espacios propios como El Sotano. La opción está abierta, a la espera de contenidos de calidad y de modalidades creativas para su financiamiento. Estamos apenas al principio de esta nueva aventura televisiva que, repito, puede dar la pelea de cara a una audiencia que pide a gritos la renovación de los formatos tradicionales y que hasta el momento no ha sido tomada en cuenta. Como hemos dicho por aqui varias veces: El futuro es audiovisual!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario