Tenemos que tener en
cuenta cuáles de nuestros comportamientos pueden afectarnos a nosotros mismos:
La asertividad Se puede definir como la capacidad para transmitir hábilmente
opiniones, intenciones, posturas, creencias y sentimientos. La habilidad
consiste en crear las condiciones que permitan conseguir todos y cada uno de
estos cuatro objetivos:
- - eficacia (conseguir aquello que uno se propone),
- - no sentirse incómodo al hacerlo, y
- - en situaciones en que se pone de manifiesto un conflicto de intereses, ocasionar las mínimas consecuencias negativas para uno mismo, para el otro y para la relación,
- - en situaciones de aceptación asertiva, establecer relaciones positivas con los demás.
La asertividad no es una característica de personalidad aunque pueda estar
relacionada con determinadas formas de la misma. Por tanto, una persona puede
mostrarse más asertiva en determinadas situaciones y menos en otras. Este sería
el caso de alguien que cuando expresa una opinión contraria o se muestra en
desacuerdo ante su pareja, suele hacerlo de forma asertiva. En cambio, ante su
jefe suele inhibirse, o bien se siente incómodo o provoca conflictos cuando lo
hace.
La culpabilidad Si no actuamos bajo unas
pautas de conducta nos sentimos culpables. Esta es una de las causas más
frecuentes de manipulación de adultos. Hay que tener en cuenta estos aspectos:
- - El perfeccionismo, que pasado un nivel nos llevará a perder tiempo, hará que una persona manipuladora consiga que usted asuma la responsabilidad y el esfuerzo.
- - Si usted es una persona que tiene tendencia a agradar, esto le hará ser fácilmente manipulable y no hacer las cosas por su interés sino por necesidades secundarias.
- - El triunfo va ligado a aquellas personas que consiguen el objetivo, sea como sea, y no al esfuerzo y sufrimiento.
Vivir apurado No confunda buena
administración del tiempo con apuro. El apuro no es muy práctico, la
consecuencia más dramática es el daño a la salud. Los cardiólogos Meyer
Friedman y Ray Rosenman observaron que los pacientes
aquejados de enfermedades cardiacas, eran víctimas de la enfermedad de
"apuro". El problema se origina en el deseo insaciable de lograr
demasiado o de participar en demasiadas cosas en el tiempo disponible.
Escribir es un excelente recurso para
organizar mejor el tiempo. El empresario Mark McCormack decía: "He
aprendido a separar mis emociones vinculadas con el trabajo, así como mi día
laboral. Lo escribo todo, y como dejo mis notas donde sé que aparecerán en el
lugar correcto y en el momento oportuno, una vez que he anotado algo lo olvido.
El resultado final es que cuando dejo de trabajar, también dejo el stress
relacionado con el trabajo".
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