Se dice que son los que acaban de acabar sus estudios universitarios los que más piensan en emprender, hay que tener en cuenta, que ahora, en la situación que estamos viviendo, lo de emprender es una necesidad, o casi una obligación. No se emprende porque se tiene ilusión, sino porque no se ve otra posible situación. Pero si eres de los primeros, de los que acabas de acabar con ilusión tu carrera de empresariales y te planteas emprender, seguro que hay algunas cosas que no te han enseñado en la facultad:
1. Las nóminas.
En el momento en que consigas pagar una o varias nóminas podrás decir que eres empresario, no cuando te hayas constituido en sociedad limitada, no cuando hayas conseguido uno o varios clientes, no cuando tengas tu local super chulo, sino cuando tu proyecto te permita pagar una o varias nóminas.
2. Previsiones.
Habrás realizado tu plan de negocio, y seguro que lo has realizado como te han indicado, pero aunque hayas planteado para tu negocio una previsión superpesimista, la realidad es que esa previsión hoy será muy optimista, y eso lo debes de tener claro antes de emprender, que lo peor de lo peor será seguro lo más cercano a la realidad.
3. Experiencia.
La inteligencia es muy necesaria. Mucha gente joven que acaba de terminar su carrera tiene además un enorme talento y potencial, PERO ni con esa formación, ni con esa inteligencia, ni con ese talento es posible competir con algo que no se encuentra en las Facultades universitarias: la experiencia. Debes ser consciente de que competir con gente que tiene mucha más experiencia que tú en un sector será muchas veces imposible. Por eso resulta bastante razonable intentar solventar ese déficit rodeándote de experiencia y de conocimiento del sector.
4. Retención del talento.
Encontrarlo es posible, aunque difícil. Con tanto desempleo hoy en día puede resultar factible salir a la calle y encontrar a profesionales en sectores altamente demandados, como determinadas ingenierías, en los que hace 4 o 5 años no podías ni soñar con encontrar a gente disponible. Y además ten en cuenta que a la mayoría de los futuros emigrantes les gustaría no tener que llegar a serlo, así que en teoria te debería resultar más fácil retener a tu alrededor a las personas con talento. Así que si las encuentras no te las dejes escapar...ni fuera ni a la competencia.
5. Siempre hay varias respuestas posibles.
La teoría nos dice que las respuestas son correctas o incorrectas. Ese tipo de análisis simple y binario sirve para los años de escuela y de Universidad, pero en el mundo de la empresa no es del todo cierto. Al menos de forma previa, los problemas de una PYME nos llevan a un mundo en el que las cosas no son correctas o incorrectas. Incluso a veces todas las respuestas son de uno y de otro tipo al mismo tiempo. La vida no se resuelve de forma binaria, y la única manera de solventar algunos problemas empresariales reside en el método de la prueba y el error. En ocasiones, aun así no funciona. Tras una fase de prueba y de error sin una respuesta válida muchas veces hay que volver al principio y cambiar la forma de enfocar el problema.
6. El Efectivo.
Te habrán dicho que el Rey es el cliente y que debes trabajar para él. Incluso tal vez te hayan hablado de tu producto y tu servicio como Rey o centro de tu actividad. Es romántico, es bonito, y es parcialmente cierto. Pero cuando bajes a la calle y estés dirigiendo una empresa sin abandonar el foco del producto y del cliente, que son básicos, te darás cuenta de que en realidad el Rey lo llevas en tu cartera. En el mundo de la empresa, acosado por los plazos y los impagos, la liquidez, el dinero en efectivo es el que de verdad marca la diferencia.
7. La negociación.
Da igual lo que hayas estudiado. Si quieres ser empresario, si te consideras una persona emprendedora, solo la experiencia y tu inquietud personal harán que logres paliar una asignatura que se han olvidado incluir en los temarios. Además no se aprende en libros de texto. Hay que salir a la calle y practicarla. Resulta básica y sobre ella se cimientan los grandes acuerdos y logros empresariales. Es la negociación.
8. El Networking.
El conocimiento, el talento, un buen producto... Pero ¿por qué si los tengo no llego tan lejos como el vecino, que tiene un producto o servicio más deficiente? Hoy en día a la respuesta se la denomina 'networking' que es una forma "molona" de llamar a los contactos que tienes, o que podrás tener. Hay que buscarlos, cultivarlos y tener cerca a personas que te ayuden a detectarlos, ya que abren puertas que, o no se te abrirán por sí solas, o tardarían más tiempo.
9. Estar en la media.
Nos han preparado para un mundo en el que estar en la media, sacar un 5 o un 6 sobre 10, puede resultar razonable y significa estar salvados, haber superado la línea que separa el éxito del fracaso. Olvídalo, y recuérdalo con añoranza. En la vida empresarial los que están en la media suelen ser proyectos de cadáveres que rara vez sobreviven a medio plazo. Los proyectos que están en la media tienden a caer en el tiempo hasta destruirse. El concepto empresarial de "la media" define a la mediocridad, y no a la salvación. Necesitarás algo más que estar en la media para salir adelante. Ya sabes, mira lo que los demás hacen bien y mejóralo.
10. Una titulación no sirve de nada.
Eso jamás te lo dirán tus profesores o, para ser más específico, deberían ser extremadamente sinceros para hacerlo. Has pasado cinco años -o tal vez más- estudiando para obtener una titulación. Incluso habrás oído a tus padres explicarte lo importante que es eso, y todo lo que representa. En la actualidad una titulación es un factor común, y ya no representa nada. En el mundo de la empresa recibir tu diploma antes de lanzarte a emprender te manda justamente al mismo lugar en el que se colocan los que no lo tienen: al último de la fila. Es tan solo un bonito papel mojado -y timbrado-.
11. Tienes que tener suerte.
Es triste pensar así, pero todo lo anterior no te va a servir de nada si no tienes suerte, y además de la suerte estás un poco loco y te decides a emprender...
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